La SMTHG, Ilhuícac: “Sistemática del Saber Científico Geográfico”

Publicado en por Sociedad Mexicana

Ilhuícac, SMTHG, 1990-copia-1

La SMTHG, Ilhuícac[*]:

 “Sistemática del Saber Científico Geográfico”

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri

http://sociedad-mexicana-de.teoria-e-historia-de-la-geografia.over-blog.es/;

 México, agosto 2010.

 

 

De una manera puramente circunstancial; una situación verdaderamente azarosa la que nos trajo a la construcción de esta Bitácora por Internet; conscientes ya del valor e importancia de este recurso tecnológico; vimos en ello la posibilidad de revivir; quince años después de un letargo casi desesperanzador; a la Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía, sc.

 

La SMTHG había nacido en julio de 1989, no sólo motivada por la inquietud profesional que nos había llevado a un previo intento, sino a su vez, obligada por las condiciones de “proscripción” a que se nos había sometido ya desde 1987 en la geografía “oficial institucional”.

 

Tal Sociedad se convirtió así, en la sede desde la cual se empezó a fraguar con mayor formalidad una geografía no-“oficial e institucional”, literalmente “herética” en la búsqueda de la verdadera geografía científica; lo cual logramos hacer sistemáticamente, cada vez en condiciones más difíciles, por cuatro años, hasta 1993.

 

En el plan de trabajo de su I Consejo Directivo estuvo el editar a partir de principios de 1990, su órgano de difusión principal: Ilhuícac, Revista de la Sociedad Mexicana de Teoría e Historia de la Geografía; de la cual lograron hacerse dos publicaciones cuatrimestrales, quedando su tercera en los originales preparados.

 

Había comenzado una década funesta, aún no disponíamos de la tecnología que nos permitiese estar en condiciones más o menos favorables para emprender la lucha por esta geografía científica contraponiendo nuestras ideas en las propias publicaciones.

 

No obstante, en el veinte aniversario de la SMTHG en este julio de 2009, hemos iniciado la transcripción de aquellos materiales a su publicación, ahora, electrónica; y uno de los primeros documentos de aquel histórico Ilhuícac Nº 1 de febrero-mayo de 1990, fue un artículo nuestro titulado: “Sistemática del Saber Científico Geográfico”, al cual hacemos aquí un breve comentario, en lo que tenemos la edición de la revista y lo podemos presentar completo en la misma.

 

Quince, veinte, treinta años después, cuanto más es el tiempo transcurrido, mayor es nuestro propio asombro por lo hecho: sin duda, fue trascendente.  En 1987, para el XI Congreso Nacional de Geografía, prácticamente teníamos acabado todo un nuevo planteamiento para la ciencia de la geografía: de ese saber fenomenista (de una preocupación centrada en el estudio de los fenómenos) en que por décadas se había hecho; pasamos a la concepción de una geografía espacista (centrada ahora en el espacio mismo como su objeto de estudio).

 

Esta tesis se nos rechazó irracionalmente desde el IX Congreso Nacional de Geografía, y ahí empezó un batallar que coincidió por entero con un epígrafe que recogimos para nuestra tesis de Licenciatura poco antes de ese mismo Congreso de 1982: “Desde la época de Copérnico..., la verdadera lucha ha consistido menos en penetrar los secretos de la naturaleza que en superar las ideas preestablecidas, a pesar de que éstas ayudaron en otro tiempo al avance de la ciencia” (Johon D. Bernal).  Y eso caracterizó, para nosotros en lo personal, como para todos los miembros de la SMTHG, los últimos casi treinta años de nuestra vida profesional.

 

El rechazo fue del todo irracional, porque no se entendió que nuestra tesis, si bien replanteaba la definición del objeto de estudio y eso significaba una fuerte revolución de pensamiento en geografía, en realidad el planteamiento conllevaba lo que nosotros denominamos desde un principio como la necesidad de una “teoría unificada de la geografía”; esto es, una geografía en donde el fenomenismo por un lado, y el espacismo por otro, ocupaban su lugar apropiado en el aparato teórico metodológico de esta ciencia.

 

Casi una década después redactamos el ensayo al que aquí aludimos, en el cual exponíamos de una manera más completa, precisamente, ese cuerpo teórico metodológico de la Geografía.

 

                                                  Visto al tiempo, cuando toda la comunidad de geógrafos en México nos era adversa (y hoy es muy difícil entender para quienes no vivieron aquellos momentos, cuán adversa era aquella situación), se aprecia el despliegue, para ese momento, de un pensamiento enormemente avanzado, que puso a la Geografía de México (aun cuando no en su expresión “oficial” institucional), a la vanguardia internacional.


[*]       Las computadoras personales se introdujeron en México a partir de 1984, y apenas cinco años después, para 1989, apenas disponíamos de una “Comodore-64”, y una rudimentaria impresora de impacto de muy baja resolución.


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